El sabio procura ser realista
Joan Bestard Punto ético
Un gracioso y sencillo proverbio japonés dice: “Cuando llueve el tonto se rebela contra los dioses. El sabio, en cambio, procura tener a mano un paraguas”.
La sabiduría va unida al realismo. El sabio es sensato y tiene mucho sentido común.
El sabio no es un iluso ni un soñador. Tiene los pies en el suelo y obra siempre consecuentemente.
El sabio camina por la vida con los ojos y el corazón bien abiertos. Observa con lucidez las personas y las cosas y sabe interpretarlas.
El sabio es un realista lúcido que no se enreda en tonterías y tiene una meta muy clara. Sabe de dónde proviene y a dónde va. Conoce bien su pasado, vive con intensidad el presente y, lleno de esperanza, se encamina hacia el futuro con paso cierto y decidido.
El sabio, en definitiva, sabe situarse en el tiempo y el espacio en donde vive.
Artículo 424 de la columna “Punto ético” publicado en el diario Última Hora del día 11 de julio de 2019, jueves.